Luego de estar por muchos años, al igual que el Job bíblico, buscando respuesta al porqué me ocurrían tantas cosas negativas en la vida, pude encontrar la respuesta a mi pregunta, en la misma biblia. Por muchos años he servido a Dios desde una iglesia cristiana; ejerciendo cargos de confianza dentro de la misma. Tuve programas de radio en emisoras cristianas, he predicado el evangelio en cárceles, iglesias y en diferentes lugares donde se me ha invitado. Yo creía que las cosas que hacía como parte del evangelismo personal, eran suficiente para recibir las bendiciones de Dios, pero a pesar de que había recibido innumerables bendiciones, había cosas negativas que me ocurrían que no eran razonables que me ocurrieran de acuerdo a las promesas bíblicas. Eso creaba una frustración personal en mi vida. Yo predicaba que venir a los caminos del señor iban a traer paz, prosperidad y bendiciones para las personas que entraran; pero lo cierto era que a pesar de las cosas buenas que me ocurrían, yo no vivía esa realidad tal como la predicaba y eso me causaba mucha frustración. Porque, por un lado, obedecía el mandamiento bíblico, de ir y predicar el evangelio a toda creatura, pero, por, otro lado, no sentía que se hiciera realidad en mi vida lo que predicaba. Yo sabía, que debía haber algo, que yo estaba haciendo mal y que ocasionaba esas situaciones negativas en mi vida. Entonces al igual que el Job bíblico decidí buscar la respuesta a mi pregunta. Cuando le preguntaba a alguien dentro de la iglesia, relacionado con lo que me estaba ocurriendo, la contestación que me daban era, que la culpa de lo que me pasaba, la tenía el diablo, ya que su naturaleza era hacer el mal. A pesar de que yo entendía la razón por la cual ellos me daban aquella contestación, yo sabía que tenía que haber algo adicional que ocasionara aquellas situaciones negativas. Entonces decidí buscar la contestación a mi pregunta, en diferentes libros, incluyendo la biblia. Luego de estar muchos años investigando, y haber encontrado la respuesta; hoy la quiero compartir con todos aquellos, que estén viviendo situaciones similares a las mías.

En el libro EL CAMINO A LA FELICIDAD, he utilizado textos bíblicos para demostrar una ley universal creada por Dios, que afecta para bien o para mal, consiente o inconscientemente a todos los seres humanos, esto según sean sus pensamientos. El conocimiento de esta ley se remonta a miles de años antes de Jesús. Esta ley no es explicada dentro de la iglesia a cabalidad, porque no todos la entienden, y en adición, es un tabú hablar de ciencia y leyes universales, dentro de la iglesia; esto, por la razón que la iglesia tradicionalmente, ha predicado que todo es controlado por Dios y que el hombre tiene que limitarse aceptar lo que le pasa, como algo natural que Dios ha permitido. Luego de haber practicado por muchos años los principios que envuelven esta ley, he visto el resultado positivo en mi persona y en toda mi familia. He establecido metas económicas, de salud, familiares y con solo cambiar mis pensamientos las he podido lograr sin ningún problema. No solamente he logrado las metas que yo jamás hubiera pensado que podría lograr, sino que me considero el hombre más feliz de este universo, donde los incidentes negativos que yo creaba inconscientemente, han mermado en más de un setenta y cinco por ciento. De los principios de esta ley ya Salomón hablaba en sus proverbios. En proverbio 23:7 dijo “porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”. En proverbio 18:21 dijo “La vida y la muerte está en el poder de la lengua y el que la ama comerá de su fruto”. Son tan importante los pensamientos del hombre que Salomón en otras palabras dice, que el hombre es lo que piensa y va más allá, en el proverbio 18:21 dice que los pensamientos pueden determinar en el hombre las cosas malas o buena (la vida o la muerte), recuerda que lo que sale de la lengua son las palabras y vienen de los pensamientos. Jesús en el nuevo testamento enseñaba lo mismo; en Mateo 12:37 dijo “Por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado”. Las palabras vienen de los pensamientos, en otras palabras dijo, que tus pensamientos iban a determinar tu suerte. Y lo reafirma en Mateo 15:18 “pero lo que sale de la boca del hombre del corazón sale y eso contamina al hombre” y en Mateo 15:19 dice ” Porque del corazón salen los malos pensamientos”... Estos conocimientos no se enseñaba al público en general; Jesús decía que él no le echaba las perlas a los cerdos; en otras palabras, (que no enseñaba a los que no querían aprender). Era una tradición ancestral, que estos conocimientos se enseñaran de maestro a alumno, verbalmente y cuando se escribía sobre ello, se hacía de una forma discreta para que esa información no la pudiera usar el pueblo enemigo para su beneficio. El rey David explicando a su hijo Salomón le dijo en 1 Crónica 28:9 “Y tú, Salomón hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos”…. Es en Apocalipsis 2:23 que Juan hace una revelación más directa de este tema y dice: “Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón y os daré a cada uno según vuestra obra”. Juan se está refiriendo al nuevo pacto de Dios, que habla Jeremías en el cap. 31:33 donde dice “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón y yo seré a ellos por Dios y ellos me serán por pueblo” esa ley de la cual habla Jeremías es la ley de siembra y cosecha y funciona de la siguiente manera: Todo lo que siembre en su mente, estará creando su realidad en el momento de pensarlo u a largo plazo según sea lo que esté pensando la persona. En la biblia, la ley de siembra y cosecha esta explicada hasta la saciedad; desde el viejo testamento hasta el nuevo testamento. Jesús es el que más directo que lo enseña. En Mateo 7:1 dice; “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido”y en el 7:12 dijo “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque eso es la ley y los profetas”. Como puedes ver Jesús también conocía y enseñaba de esta ley. En el libro EL CAMINO A LA FELICIDAD explico los principios que envuelven esta ley, y como utilizarla para nuestro beneficio personal. Si padeces de depresiones, enfermedades crónicas, has tenido varios divorcios o las cosas de la vida no van como tú quisiera, te invito a leer el libro, para que tu vida cambie de manera positiva, como me pasó a mí cuando practiqué los principios de esta ley. En la portada del libro verás una escalera que llega al cielo, sinbolisa que sin Dios es imposible lograr algo en la vida, la limosina representa todas las cosas deseadas en la vida, el chofer con la balanza, representa el balance que se debe llevar, para poder alcanzar todo lo que quieras en la vida. El libro lo puedes conseguir en Amason o en librerías cristianas.